Concepciones de aprendizaje
Analizando y reflexionando sobre la lectura de “El aprendizaje y el desarrollo de las competencias” de Xavier Vargas Beal, me di cuenta que hay muchas cosas de las que él nos habla que yo manejaba de manera diferente, pero gracias a esto puedo recapacitar y realizar de mejor manera mi práctica docente y con ello responder a la siguiente pregunta:
¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?
La idea de que el aprendizaje significa fundamentalmente que el estudiante incorpora a su acervo personal algún tipo de saber, deja fuera el propio dinamismo del ser humano en tanto proceso de autoconstrucción de sí mismo. Se aprende algo cuando el sujeto asimila información de la realidad a determinadas estructuras en el cerebro que luego permiten, a partir de la evocación de esa información incorporada, comprender nuevas realidades.
Considerar los conocimientos como una realidad construida por el propio sujeto en el proceso mismo de aprenderla, exige, de nosotros los profesores, comprender unos niveles de complejidad cognitiva que ya no fácilmente entran en nuestro dominio conceptual. Sabemos que al aprender, el ser humano se transforma. El aprendizaje se encuentra dentro de un continuo que va de la memorización a la significación y del discurso al descubrimiento, y no bajo la exigencia de tener que optar en una realidad educativa dicotomizada.
Para lograr el desarrollo de las competencias, el estudiante tiene que estar enfrentado a situaciones problemáticas cuyas exigencias de acción lo obligan a movilizar sus viejos conocimientos en pos de unos nuevos, reorganizando así sus propios esquemas de acción.
El aprendizaje, es más bien un proceso adaptativo mediante el cual, construyendo el conocimiento de la realidad, del mundo, el sujeto se construye a sí mismo como ser humano, siempre reorganizando -en todo momento- la propia estructura cognitiva desde donde continuará readaptándose indefinidamente a través de sus propios procesos de asimilación y acomodación. Los maestro ante es forma de conceptuar al aprendizaje, debemos procurar escuchar al estudiante, responder lo más cerca posible a sus necesidades cognoscitivas estando conscientes de que lo hacemos desde los propios marcos teórico-prácticos de entendimiento y resolución de la realidad que nosotros hemos asimilados.
Con lo anterior es preciso reflexionar ¿Qué debo evaluar? ¿Cómo lo debo evaluar? ¿Con que instrumentos puedo evaluar? Bien sabemos que la evaluación es un proceso complejo que involucra al docente, al alumno y al conocimiento mediado por un determinado contenido escolar, esta evaluación acorde a los planeamientos mencionados en torno al aprendizaje deberá desarrollarse a lo largo de todo el proceso de enseñanza y de aprendizaje, y no solo al final de una unidad o un curso, mediante la aplicación de diversos instrumentos como la observación, las listas de control, el uso de portafolio, etc, que irán aportando información parcial pero continua sobre el desarrollo de dicho proceso culminando con evaluaciones finales que no necesariamente deberán ser exámenes escritos y que servirán para la toma de decisiones referidas a la calificación, promoción y/o graduación de los estudiantes. Las evaluaciones deberán ser coherentes, complementarias e integradoras de todo el proceso de enseñanza y de aprendizaje.
Es por ello que desde esta perspectiva y de acuerdo a lo dificultoso resulta imposible medir y observar con unas simples preguntas el aprendizaje.
Como docentes tendremos que desarrollar competencias muy precisas en el rubro de medición, observación y valoración de un aprendizaje, ya que bajo este nuevo enfoque de la RIEMS, no solo tenemos que medir el saber (conocimientos) si no el saber hacer, el saber ser y el saber convivir, mismos que son desarrollados mediante los contenidos facticos, procedimentales y actitudinales, lo que hace mas dificultosa esta tarea educativa.
Surge entonces la necesidad imperante de gestionar el trabajo colaborativo en vinculación con los cuerpos académicos de las diferentes asignaturas para realizar planeaciones didácticas fundamentadas en el desarrollo de competencias, apartir de aprendizajes significativos y situado en la realidad.
Considero que la educación por competencias en el marco de las concepciones de aprendizaje se basa o debe basarse en las corrientes constructivistas con la escuela del señor J. Piaget, en la teoría del Aprendizaje significativo (D. Ausubel, J. Novak) y en el Socio-constructivismo. ¿Porque afirmo lo siguiente?
Bueno en torno al constructivismo su postura establece que por muy atrayente que sean la información que se pretenda enseñar, si no están en armonía con la edad y los acontecimientos de la vida de un sujeto, no logrará ser comprendidos, ni se cristalizaran en experiencia de aprendizaje.
Analizando y reflexionando sobre la lectura de “El aprendizaje y el desarrollo de las competencias” de Xavier Vargas Beal, me di cuenta que hay muchas cosas de las que él nos habla que yo manejaba de manera diferente, pero gracias a esto puedo recapacitar y realizar de mejor manera mi práctica docente y con ello responder a la siguiente pregunta:
¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?
La idea de que el aprendizaje significa fundamentalmente que el estudiante incorpora a su acervo personal algún tipo de saber, deja fuera el propio dinamismo del ser humano en tanto proceso de autoconstrucción de sí mismo. Se aprende algo cuando el sujeto asimila información de la realidad a determinadas estructuras en el cerebro que luego permiten, a partir de la evocación de esa información incorporada, comprender nuevas realidades.
Considerar los conocimientos como una realidad construida por el propio sujeto en el proceso mismo de aprenderla, exige, de nosotros los profesores, comprender unos niveles de complejidad cognitiva que ya no fácilmente entran en nuestro dominio conceptual. Sabemos que al aprender, el ser humano se transforma. El aprendizaje se encuentra dentro de un continuo que va de la memorización a la significación y del discurso al descubrimiento, y no bajo la exigencia de tener que optar en una realidad educativa dicotomizada.
Para lograr el desarrollo de las competencias, el estudiante tiene que estar enfrentado a situaciones problemáticas cuyas exigencias de acción lo obligan a movilizar sus viejos conocimientos en pos de unos nuevos, reorganizando así sus propios esquemas de acción.
El aprendizaje, es más bien un proceso adaptativo mediante el cual, construyendo el conocimiento de la realidad, del mundo, el sujeto se construye a sí mismo como ser humano, siempre reorganizando -en todo momento- la propia estructura cognitiva desde donde continuará readaptándose indefinidamente a través de sus propios procesos de asimilación y acomodación. Los maestro ante es forma de conceptuar al aprendizaje, debemos procurar escuchar al estudiante, responder lo más cerca posible a sus necesidades cognoscitivas estando conscientes de que lo hacemos desde los propios marcos teórico-prácticos de entendimiento y resolución de la realidad que nosotros hemos asimilados.
Con lo anterior es preciso reflexionar ¿Qué debo evaluar? ¿Cómo lo debo evaluar? ¿Con que instrumentos puedo evaluar? Bien sabemos que la evaluación es un proceso complejo que involucra al docente, al alumno y al conocimiento mediado por un determinado contenido escolar, esta evaluación acorde a los planeamientos mencionados en torno al aprendizaje deberá desarrollarse a lo largo de todo el proceso de enseñanza y de aprendizaje, y no solo al final de una unidad o un curso, mediante la aplicación de diversos instrumentos como la observación, las listas de control, el uso de portafolio, etc, que irán aportando información parcial pero continua sobre el desarrollo de dicho proceso culminando con evaluaciones finales que no necesariamente deberán ser exámenes escritos y que servirán para la toma de decisiones referidas a la calificación, promoción y/o graduación de los estudiantes. Las evaluaciones deberán ser coherentes, complementarias e integradoras de todo el proceso de enseñanza y de aprendizaje.
Es por ello que desde esta perspectiva y de acuerdo a lo dificultoso resulta imposible medir y observar con unas simples preguntas el aprendizaje.
Como docentes tendremos que desarrollar competencias muy precisas en el rubro de medición, observación y valoración de un aprendizaje, ya que bajo este nuevo enfoque de la RIEMS, no solo tenemos que medir el saber (conocimientos) si no el saber hacer, el saber ser y el saber convivir, mismos que son desarrollados mediante los contenidos facticos, procedimentales y actitudinales, lo que hace mas dificultosa esta tarea educativa.
Surge entonces la necesidad imperante de gestionar el trabajo colaborativo en vinculación con los cuerpos académicos de las diferentes asignaturas para realizar planeaciones didácticas fundamentadas en el desarrollo de competencias, apartir de aprendizajes significativos y situado en la realidad.
Considero que la educación por competencias en el marco de las concepciones de aprendizaje se basa o debe basarse en las corrientes constructivistas con la escuela del señor J. Piaget, en la teoría del Aprendizaje significativo (D. Ausubel, J. Novak) y en el Socio-constructivismo. ¿Porque afirmo lo siguiente?
Bueno en torno al constructivismo su postura establece que por muy atrayente que sean la información que se pretenda enseñar, si no están en armonía con la edad y los acontecimientos de la vida de un sujeto, no logrará ser comprendidos, ni se cristalizaran en experiencia de aprendizaje.
entrada de isa @ 16:51
